Walter Leodán Chalá, el grito de gol del Cuenca que llegó desde El Juncal

En la cancha de cemento de la Escuela Luis Napoleón Dillon, en la comunidad de El Juncal, Valle del Chota, el delantero Walter Leodán Chalá Vásquez empezó a forjar su carrera de futbolista. Por un momento pensó en seguir a su abuelo en las labores de policía pero se inclinó por el denominado “rey de los deportes” a semejanza de su padre Walter Chalá quien jugó en Ascenso y Serie B del balompié nacional. Estaba en quinto curso cuando decidió dejar los estudios y vincularse al Deportivo Cuenca motivado por su tío Juan Guerrón, actualmente en el Deportivo Quito. De sus familiares también gustan del fútbol y están activos su tío Joffre Guerrón (Cruz Azul mexicano) y su hermano Jeison, actual refuerzo de Liga de Portoviejo. Tiene otro hermano, Theo, de apenas tres años.
Mientras estudiaba le gustaba aprender inglés. Siempre pensó que le iba a ser útil cuando le toque jugar en el extranjero. Aprendió lo básico. La oportunidad de salir del país se le presentó en el 2011. Tenía 18 años. Rubín Kazán ruso pagó un millón de dólares por sus derechos deportivos.
El idioma, el frío además de la comida (ensalada rusa) fueron aspectos que tuvo que lidiar aunque tuvo en Christian Noboa a un buen padrino.
No tuvo las oportunidades que necesitaba para desarrollar su olfato goleador, sin embargo, confiesa que gracias a su paso por el balompié ruso empezó a ser más sociable y se convirtió en un jugador más rápido y fuerte. En el Neftekhimik jugó 33 partido y marcó cuatro goles.
Como en el 2010 cuando en el Cuenca causó sensación al marcar siete goles en 19 partidos con el primer plantel, 14 goles en 24 partidos con las reservas y tres goles en igual número de compromisos con la Sub 18 -lo que determinó su transferencia internacional- Chalá volvió a engancharse con las redes en el 2016 y con seis tantos en 13 partidos comparte el liderato de la tabla de goleadores con los barcelonistas Cristian Penilla y Jonathan Alvez. “Ser goleador es motivante para seguir trabajando con la misma humildad”.
Tenía alguna esperanza que el seleccionador Gustavo Quinteros le tome en cuenta para la preselección de la Copa América Centenario, mas no se dio. “En el futuro será”, dice. Siempre recalca que Dios es su fortaleza y como cábala siempre le gusta jugar “con los mismos zapatos con los que marqué en el anterior partido”.
Sobre un posible interés de clubes mexicanos se mostró cauto aunque “me han dicho que hay gente que mira y eso inspira para seguir haciendo bien las cosas”. Chalá, de 1,86 de estatura y 76 kg de peso, admira a Lionel Messi. En sus momentos libres juega Play Station pero sobre todo pasa con sus hijos Shey y Tiana. Nunca le falta la salsa y la bomba como tampoco un buen encocado. Para el sábado frente al Mushuc Runa asegura que está optimista en incrementar su cuota goleadora.

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