En la actualidad, Christian Cordero es el futbolista cuencano con mayor brillo en el balompié nacional, hizo una buena temporada con el Mushuc Runa y en la próxima temporada militará en El Nacional.
El “Corcho” asegura que su reto en el cuadro militar es demostrar que el jugador morlaco también puede ser un referente en el mercado local e incluso de exportación.
Hizo las divisiones inferiores en el Deportivo Cuenca, equipo con el que debutó oficialmente en el 2006, con 19 años, ante Espoli en Quito y bajo el mando del estratega colombiano Diego Barragán. Su plenitud deportiva con el expreso austral llegó en la temporada 2009 donde disputó la Copa Libertadores y fue subcampeón con los camisetas coloradas. En 2010, continuó defendiendo al “equipo de sus amores” aunque con menos presencia en los partidos.
Esto le hizo tomar nuevos bríos e ir en busca de mejores días lejos de casa y decidió en 2011 mudarse a Ambato para jugar en el Técnico Universitario. “A veces pienso que el futbolista cuencano es minusvalorado por la propia dirigencia. Existen muchos talentos en la ciudad, pero no son tomados en cuenta porque viene otra gente de fuera y solo por eso creen que son mejores; realmente muchos compañeros cuencanos se quedaron, no por falta de talento sino de oportunidades. Yo me fui del Deportivo Cuenca por divergencias con la directiva de ese entonces y a veces pienso que me hizo bien porque encontré motivación para seguir adelante”, comenta el volante zurdo de 27 años que formó parte de una camada extraordinaria de juveniles talentosos que aparecieron en el cuadro cuencano como Polo Wila, Hólger Matamoros, Edison Preciado, entre otros.
El “Corcho”, como lo llaman sus compañeros y amigos, asegura que forjó su carrera con mucha perseverancia y eso le ha llevado a mostrarse tal como es. “El cuencano debe luchar el doble para destacar en el equipo de su ciudad porque siempre te van a traer alguien de fuera y además está el pensamiento del dirigente que como eres de aquí te puede pagar menos o no pagar porque tienes casa, estudias y están tus padres. Sin duda, debes ser perseverante y tener el convencimiento de que puedes destacar”, cuenta para explicar en parte la clave de su éxito.
Tras vestir las camisetas de Técnico Universitario en 2011, Liga de Loja en 2012 y 2013 y Mushuc Runa este año, Cordero afirma encontrarse en su madurez futbolística y capaz de afrontar de la mejor manera el reto de jugar en el segundo equipo más ganador del país, El Nacional.
“Estos años me ayudaron a ganar mucha experiencia. En Técnico Universitario quedé campeón de la Serie B, en Liga de Loja se hizo un buen papel y pude jugar dos veces la Copa Sudamericana y este año creo que cerré una de mis mejores temporadas con muchas presencias en el rol titular del Mushuc Runa, donde se consiguió el objetivo de mantener la categoría. Llego maduro a mi siguiente reto que es El Nacional donde los objetivos sin duda son más altos tanto en lo colectivo como en lo individual”, reflexiona y detalla que en parte de esa madurez tiene un papel fundamental su hogar con su esposa Mireya Arias y sus dos hijos Nicolás e Isabella.
Sobre la temporada que se viene en El Nacional, Cordero dijo que ya dialogó con el entrenador Octavio Zambrano y que es consciente que su equipo buscará ser protagonista. “El Nacional es una vitrina muy grande porque es un equipo con mucha historia”, reflexiona.
El “Corcho” afirma que buscará destacar en las próximas temporadas y ver la posibilidad de salir al extranjero; pero, algo que tiene muy claro es que el retorno a las filas del Deportivo Cuenca siempre está latente.
“El retorno al conjunto del Deportivo Cuenca siempre estará presente en mi mente porque es mi ciudad, donde está mi familia y el equipo donde crecí”, finaliza.
