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Sep 26, 2013

El Complejo de Patamarca es la opcion para levantar el CARA


El Complejo de Patamarca, centro de entrenamiento y concentración del Club Deportivo Cuenca es una de las dos alternativas que manejan el Municipio de Cuenca, la Federación Deportiva del Azuay y la Coordinadora Regional Zona 6 del Ministerio del Deporte, para levantar el Centro de Alto Rendimiento de Atletismo (CARA). La segunda está por la parroquia Ricaurte aunque Inmobiliar busca otras opciones que no disten demasiado del centro de la ciudad.
Según el coordinador regional zona 6 del Ministerio del Deporte, Pablo Marín, el club les ofreció el predio con el objetivo de adquirir, con el dinero que reciban de la venta, un terreno más grande. Pero las dos pistas (una para competencias oficiales y otras de entrenamiento) no abarcarían en en el sector donde se levanta el Complejo de allí que necesitarían también del terreno aledaño.
La construcción del CARA nació a partir del proyecto de remodelación del estadio Alejandro Serrano Aguilar que contempla la desaparición de su pista atlética. A decir de Marín, una de las limitantes que se encontraron en el proceso de búsqueda del terreno, es su costo; mientras más cerca de la ciudad está, el valor tiende a sobrepasar el presupuesto ofrecido por el Ministerio del Deporte, para su construcción, de cinco millones de dólares que pueden ser variables de acuerdo a las especificaciones internacionales que se deba cumplir.
Hipoteca
Este medio intentó conversar con el presidente del club pero no tuvo éxito. En la página del Municipio de Cuenca consta que el Deportivo Cuenca tiene a su haber un solo predio (Complejo de Patarmarca) avaluado en un millón 921 mil 621 dólares con 77 centavos. La fuente electrónica señala que el área del terreno es de 37.000 metros cuadrados con un área de construcción de 1.394 metros cuadrados.
No obstante, este bien inmueble, por el momento, no puede estar en venta porque soporta una hipoteca a favor del Instituto de Seguridad Social (IESS) por la deuda que mantiene el club con dicha entidad. “Tenemos dos convenios de purga de mora que superan los 400 mil dólares”, mencionó Adrián Feicán, miembro del departamento legal del club morlaco.
De acuerdo a una escritura celebrada un nueve de noviembre de 1985, el Club Deportivo Cuenca compró el complejo de Patamarca al economista Carlos Rendón, en ese entonces, gerente general del Banco del Azuay.
Especificaciones
El Reglamento de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF por sus siglas en inglés) indica, entre otros requisitos, que para la construcción de una instalación de atletismo se debe considerar la posición del sol en horas críticas del día y las condiciones del viento. “Para evitar el efecto deslumbrante del sol cuando está bajo, el eje longitudinal de las pistas deberá situarse en el eje norte-sur, aunque es posible desviarlo al norte-nordeste y norte-noroeste”.
Marín explica que, además de esas especificaciones, buscan un terreno donde se puedan construir dos pistas de 400 metros, la primera de ocho carriles para competencias oficiales y la segunda, hasta de cuatro carriles, para el calentamiento de los atletas. “Si construimos fuera y no tenemos un sistema de transporte que le de las facilidades al deportista para entrenar, no va a tener utilidad. Queremos que Cuenca sea un polo de desarrollo deportivo y tener cerca todos los escenarios deportivos”.
  • Remodelación del estadio ASA

  • Luego de la reunión que mantuvieron el Municipio de Cuenca, la Federación Deportiva del Azuay y la Coordinación Regional Zona 6 del Ministerio del Deporte, se descartó un proyecto de reconstrucción del estadio Alejandro Serrano Aguilar (ASA) por los 40 millones de dólares que representaban los trabajos.
    Al tener el ofrecimiento de 15 millones por parte del Ministerio del Deporte solo se procederá a la remodelación. Según Pablo Marín, “si todo sale bien a principios del próximo año” empezarían las obras.
    Al principio se pretendía hacer una adecuación sobre la estructura de la actual Tribuna, sin embargo, los técnicos se dieron cuenta que no iba a soportar la nueva estructura y optaron por buscar un nuevo mecanismo que retrasó en algo los plazos, a decir de Marín.
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