No hay ruptura. Guillermo Rivarola no se va. Se había tejido un poco de suspenso en relación a lo que ocurriría la mañana de ayer en la conferencia de prensa que convocó la dirigencia de Deportivo Cuenca para el pronunciamiento oficial sobre el futuro del director técnico argentino.
La cita estaba prevista para las 09:30, pero, como siempre pasa, empezó con demora. Un DJ que ponía pop esperaba a los periodistas. La idea era bosquejar un ambiente encendido con unos visos de buena onda en viernes, arranque de fin de semana, y en el que la intriga cundía por los espacios de la sede del club.
09:45. Una veintena de periodistas, reporteros gráficos y camarógrafos aguardaba en el salón de sesiones. Y en un rato más entró la delegación de la directiva de Deportivo Cuenca encabezada por el presidente Fernando Muñoz, el vicepresidente Hermel López y el primer vocal Julio León, extitular del club hasta diciembre del año pasado.
La forma en la que Muñoz abrió la elocución hizo pensar lo peor. Empezó a hablar con tono de voz bajo y pausado y con la ausencia de cualquier brizna de alegría en su rostro: “Ante la situación actual del Deportivo Cuenca y fieles a los que creemos hemos tomado la decisión de”...
Pero cuando el espasmo ya había tomado bastante forma en los rostros de los periodistas, Muñoz continuó y agregó: “Fieles a lo que creemos, de que somos cumplidores y respetuosos de los procesos hemos tomado la decisión de ratificar al profesor Guillermo Rivarola en la dirección técnica del Deportivo Cuenca (…) El cuerpo técnico está más firme que nunca”, agregó el presidente del club azuayo.
Podía percibirse que la tensión había menguado. El DT, más allá de todo y nada, ha sido ratificado en la dirección técnica. Seguirá más allá de que el equipo colorado es el único que todavía no gana en el torneo. De que camina penúltimo en la tabla de clasificación y de que, al cabo de de ocho jornadas, cuenta cuatro empates y cuatro derrotas.
Pero, ¿por qué la directiva ha decidido dar otra palmada de confianza al estratega argentino de 44 años? El vicepresidente Hermel López abrió el lienzo de argumentos: “El profesor Rivarola le está dando identidad al equipo y no queremos echar a la borda el respaldo que hemos dado al cuerpo técnico y la estrechez que se ha generado entre ellos y nosotros. Los jugadores lo respaldan y además el equipo no ha perdido el orden”.
Julio León, el primer vocal del directorio, hiló más fino. Ha sido más profundo en la argumentación que presentó sobre la decisión de continuar con Rivarola. “Hemos hecho el análisis coyuntural de que contratamos un cuerpo técnico y no sólo un entrenador. No podemos analizar la situación únicamente desde la posición conflictiva que tiene el equipo en la tabla de posiciones; era necesario hacer un análisis objetivo de todo lo que ha ocurrido”.
León eximió de responsabilidad a Rivarola de la derrota (3-1) ante el Manta sugiriendo que lo ocurrido tuvo que ver con los errores de los jugadores y justificó al DT sobre el cambio de Silvano Estacio por Damián Manso ante Independiente, en otro de los cuatro partidos que Deportivo Cuenca ha perdido en la primera etapa.
“Rivarola quizás tenga muchos errores; hay cosas que todavía debe entender, pero le está dando una identidad al equipo que antes no había (…)
¿Ustedes han visto cuánto toca, cuántos pases hace este Deportivo Cuenca? (...) Antes había equipos muy tácticos que no tocaban como toca este equipo de Rivarola”, sostuvo el expresidente de Deportivo Cuenca entre 2009 y 2012.
Pero, ¿hay reparos a la decisión? ¿Se deslizó en la “larga conversación” con Rivarola condicionante alguno?. León, en lo tajante que siempre es, habló un poco del futuro y del “único condicionante” del DT argentino: “Es difícil poner condicionantes a un técnico que trabaja bien, pero no hay otro argumento que lo pueda sostener a futuro que no sean los resultados (…) Ese es su único condicionante”.
