El nacimiento de Genaro, hace ocho meses, caló hondo en su padre: Raúl Becerra, delantero del Deportivo Cuenca. El santafecino de 28 años decidió que ocupará todo su brazo derecho con tatuajes que se relacionen con su primogénito.
De momento ya impregnó sobre su piel un reloj con la hora en la que su esposa Mariana Bedoya dio a luz: 11:53. Lo decoró con una rosa, un chupón y no podía faltar un balón de fútbol que cubre todo su codo.
Más adelante tiene planificado tatuarse “una manito o un pie” (a la altura del bíceps), el documento con la fecha de nacimiento de su hijo (por la muñeca) y hasta una frase (por el antebrazo) que al momento no tiene definida. La extravagancia no es una de las cualidades del espigado ariete argentino. Antes apenas lucía un tribal de olas sobre el deltoides de su brazo izquierdo.
Los tatuajes no es la única afición de “El Bombardero” Becerra. Después de cumplir con los entrenamientos, gusta de estar con su familia, tomar mate, ir al cine, salir a cenar y conocer distintos lugares de la “Atenas del Ecuador”. Todo lo que le genere tranquilidad no duda en frecuentarlo sin caer en la rutina.
Como amante al cine no se inhibe de dar un breve comentario de los Premios Oscar. “Me gustó la designación como Mejor Actor a Leonardo DiCaprio. Vi la última película en la que participó (The Revenant) y que tiene escenas de la Argentina, en Ushuaia (Tierra del Fuego), actúa muy bien, es un gran actor”.
Entre sus cintas preferidas están las bélicas, tipo Pearl Harbor. También están las motivacionales. De esta manera, trata de sobreponerse de una lesión que le tiene en duda para el compromiso de este sábado frente a Universidad Católica. Ayer hizo un trabajo diferenciado y no fue parte de la práctica futbolística que cumplió el plantel en el estadio Alejandro Serrano Aguilar.
Becerra tiene una distensión muscular. Hoy intentará hacer algo de fútbol ayudado con un taping o vendaje funcional. No quiere perder el duelo por la séptima fecha pactado para las 12:00 en el Coloso del Batán.
Universidad Católica “tiene buen pie de media cancha hacia adelante, trata de salir jugando, de no tirar pelotazos eso hace que tengamos que correr más y trabajar mucho en la parte individual de la marca… pero ellos tampoco se descuidarán porque si somos rápidos en la ofensiva en cualquier momento podemos desequilibrar”.
Becerra lleva un gol en cinco partidos. La segunda fecha se perdió al salir expulsado por doble amarilla en el debut ante Independiente del Valle. Aunque le gustaría tener un mejor registro, asegura estar tranquilo porque con la disposición táctica del profesor Álex Aguinaga se siente más participativo en el juego colectivo.
Antes de llegar al Cuenca, “cuando analizaron mis características vieron que tenía posibilidades de asociarme en el medio, de ser un jugador que se integre al equipo y trato de jugar de esa manera. En la defensiva trato de descansar con el volante central, de asociarme con los volantes, eso si siempre tratando de llegar al área cuando los puntas tienen la pelota por afuera… Sé que el gol va a llegar como llegó (frente a River Ecuador) y van a llegar muchos más. Mientras el funcionamiento es bueno lo más importante es que el Cuenca gane”.
El “Expreso” registra dos triunfos seguidos con seis goles a favor y uno en contra, una estadística envidiable para cualquier club. Para Becerra la efectividad pasa por saber aprovechar mejor las características de los ofensivos.
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