Después del hat-trick que convirtió frente al Deportivo Quito, el primero en su carrera deportiva, el delantero argentino Andrés Ríos adquirió más fama de la que vino precedido cuando se sumó al Expreso Austral a principios de este año.
Hasta en su tierra natal se hicieron eco del acontecimiento, los seguidores del River Plate lo extrañan, más ahora que el equipo de Ramón Díaz carece de un definidor y marcha en el décimo tercer casillero, entre 20, con apenas un gol en tres fechas disputadas. “Así como toman las decisiones deben asumir las consecuencias”, indica Ríos quien no estuvo en planes de Díaz para el Torneo Clausura de la Liga argentina.
Por las redes sociales lo piden para algunos clubes, pero El Vechi no se marea. Al Cuenca llegó a préstamo por un año y con opción de apoderarse de sus derechos deportivos que pertenecen al club de la “banda sangre” hasta junio de 2014.
“Trato de vivir el presente. Hoy pienso en el Cuenca. si a final del año me toca volver a River, entonces pensaremos en River”. Pero ¿le gustaría quedarse en Cuenca? “No se la verdad, no porque no esté contento en Cuenca sino porque si Dios quiere y hay otras opciones siempre uno quiere analizar lo mejor, pero sí, me gusta la idea de poder quedarme acá”.
Más goles
Ríos lleva 15 goles a falta de 14 fechas para que termine la segunda etapa del balompié ecuatoriano, serie A. Su propósito es pasar el rango de los 20 sin descartar que algunos de ellos sean con disparos de larga distancia como el que le marcó al Deportivo Quito aunque le gustó más el que le convirtió al Barcelona SC.
No teme la marca que le puede venir en adelante para impedirle que llegue al arco contrario. “Sabemos que los defensores son fuertes, rápidos, pero uno como delantero tiene que utilizar la inteligencia, de no hacer siempre las mismas cosas. Sabemos que cada partido uno tiene que desenvolverse de forma diferente”.
El crack que surgió de los potreros de Zavaleta
El Vechi surgió de los potreros de la Zavaleta, un barrio marginal de Buenos Aires. Es el menor de nueve hermanos y tuvo el honor de llevar el 10 de River Plate, el mismo que defendieron históricos como Norberto Alonso, Marcelo Gallardo o Ariel Ortega.
Pero sus inicios no fueron en River donde hizo dupla con el colombiano Radamel Falcao en un partido de cuartos de final de la Copa Sudamericana, en 2007 frente a Botafogo. Nació en las formativas del Independiente de Avellaneda del cual se considera un hincha.
El paso por Polonia terminó con la indisciplina que a veces mostraba por el mismo hecho de vivir en una zona rodeada de tentaciones. Ahora no solo disfruta de la compañía de su esposa Natasha y sus hijos Valentina y Juan Manuel sino también de los asados y empanadas que hacen en su casa, las delicias gastronómicas preferidas por este admirador del juego de Cristiano Ronaldo.
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