Washington España, ex Deportivo Cuenca, anuncia su retiro del fútbol en 2014

No fue un goleador neto, pero se ganó el corazón de la hinchada del Deportivo Cuenca. Aunque contados, su goles fueron decisivos en varios partidos. Según Ecuafútbol, Washington España, el Pequeño Romario Conquistador, con el Cuenca jugó 84 partidos y marcó 11 goles entre 1999 y 2004, con pequeños intervalos en 2000 y 2003 cuando vistió las camisetas del Espoli y Liga de Cuenca, en su orden.
El Expreso Austral marcó su vida. Celebró el ascenso a la serie A en 2001, el título nacional en 2004 y jugó cuatro partidos en Copa Libertadores. En Cuenca tuvo la dicha de ver nacer a sus hijos Gilmari (12 años) y Romario (10).
El 20 de junio cumplirá 34 años, uno más y se despedirá del fútbol para empezar su labor como técnico de divisiones formativas. Desconoce si lo hará en el mismo Municipal Cañar donde juega desde 2006 con un pequeño intervalo en 2010 cuando militó en Liga de Loja.
Llegó a Cuenca a los 16 años. Luego que su padre adquiriera sus derechos deportivos por 400.000 sucres a un club amateur de su natal Esmeraldas, firmó contrato con el club morlaco no sin antes superar las pruebas en la categoría sub-20.
Cuenca fue el destino que eligió su padre después de no tener éxito como dueño de lanchas pesqueras en Esmeraldas y como negociante de comida en Ambato. España empezó a sobresalir en el fútbol tras quedar como goleador en los Juegos Nacionales de 1997 como integrante de la Selección de la provincia verde.

¿Una vez que le contrató el Cuenca recuerda lo que hizo con el primer sueldo?

Lo primero que hice fue comprarme un par de zapatos de fútbol porque los míos ya estaban viejitos.

¿De cuánto fue ese sueldo?

Fue de 150 mil sucres. Me acuerdo muy bien porque, en ese entonces, Don César Samaniego me hizo firmar un contrato. Honestamente no sabía lo que era un contrato de fútbol, simplemente lo que hice fue firmar. Lo único que vi es que decía 150.000 sucres mensuales. Entonces cuando lo cobré, compré el parcito de zapatos y el resto se lo di a mi papá.

¿Cuál fue el momento más duro que tuvo que atravesar?

Mi momento difícil fue la rotura del peroné, en 2004. Faltando como cuatro partidos para que termine el campeonato me lesioné en un entrenamiento. Pensé que ya no iba a jugar más al fútbol. Me dieron para tres meses pero estuve seis meses en rehabilitación, me costó caminar porque tenía encogido los tendones.

¿Qué le ha dado el fútbol?

En lo material, me ha dado dos propiedades personales (en Atacames), un pequeño negocio que tiene mi esposa y he podido ayudar a mi familia. En lo personal me ha dado muchos amigos y la posibilidad de conocer y aprender muchas culturas de las provincias. Cuando se maneja con perfil bajo siempre lo van a reconocer.

¿En las propiedades va a vacacionar?

Bueno, tengo un departamento frente a la playa y una casa en un conjunto cerrado. Estamos tratando de hacer un cambio de propiedades porque mis hijos están adaptados acá, son cuencanos y nuestro anhelo es instalarnos acá.

¿A qué se dedica a parte del fútbol?

Con mi cuñado tenemos un negocio de compra y venta de propiedades.
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