El Deportivo Quevedo no pudo celebrar su aniversario 61 con una victoria ante Deportivo Cuenca y tuvo que resignarse a un empate sin goles. Con este resultado, los dos siguen siendo vecinos en la tabla, en el noveno lugar los morlacos y en el décimo los fluminenses.
En los primeros minutos, los dos conjuntos tuvieron sendas posibilidades claras de abrir el marcador. Al minuto 1, tras un pelotazo al área, el quevedeño Christian Hermosilla recibió en medio de dos zagueros, le ganó la posición al portero Marcelo Ojeda, remató remordido y Jerry León terminó rechazando.
Segundos más tarde, para los colorados, Galo Corozo apareció en el área, sacó un bombazo y el golero Camacho atajó a medias; el rebote le quedó al mismo Corozo, quien volvió a probar, pero ya se fue desviado. Después de este arranque muy prometedor, el encuentro se fue a pique y pasó a ser más que discreto, con los dos equipos rodando el esférico sin ningún destino claro. Recién a los 33, el local volvió a arrimarse cuando Wálter Iza elevó un centro al área y Hermosilla conectó un cabezazo que Ojeda contuvo con una volada para la foto.
En la segunda parte, los equipos eran más claros y ya se los veía rondar más el área. A los 51, a partir de un centro desde la izquierda, el recién ingresado Fabricio Bagüí, conectó un cabezazo que Mariano Mina desvió con la cabeza volando cual portero. Al minuto 52, Deportivo Cuenca desperdició una buena chance. Tras un pelotazo desde la derecha, Andrés Ríos recibió cómodo en la izquierda del área, pero, en lugar de definir él mismo, sacó un pase cruzado para Víctor Estupiñán, quien empujó el balón al fondo, pero en posición adelantada. Segundos después, Iza respondió para los fluminenses con un bombazo que salió cerca.
Poco a poco, el encuentro volvió a caer en un bache, pero, a los 77, Hermosilla despertó a todos cuando tuvo la más clara del partido. A partir de un centro desde la izquierda, el atacante le ganó en la salida de Ojeda y, con el portero ya a medio camino, remató apenas por arriba del horizontal.
Mientras los morlacos lucían conformes con el empate y, en la recta final, ya hasta renunciaron al ataque, los quevedeños buscaron el gol hasta el último pitazo, pero no tenían claridad, aparte de que los visitantes poblaron la zona defensiva.
