En abril 2015 llegó como el “salvador”, pues su objetivo era dejar al Deportivo Cuenca en primera división. Lo económico primó y el equipo se iba en picada, pero, un triunfo en la penúltima fecha ante Universidad Católica evitó la debacle y el expreso austral se quedó en la Serie A.
Áléx Aguinaga, aquel histórico capitán de la Selección Ecuatoriana de Fútbol que clasificó por primera vez a un mundial de fútbol en 2002, aceptó la propuesta de la dirigencia morlaca y en abril del año pasado piso la Atenas del Ecuador en busca de un sueño: colocar su nombre en el Campeonato Ecuatoriano de Fútbol, ahora como entrenador.El “Guero”, empezó a trabajar con el grupo, sin embargo, la difícil situación económica del club (tres meses impagos), evitó que su idea y filosofía futbolística cale en los jugadores.
El grupo estuvo dividido y fue imposible evitar que en la mente de los jugadores esté la deuda. Algunos resultados positivos hiso pensar en una posible clasificación a la Copa Sudamericana de este año, pero solo fue un sueño, la hinchada sufrió hasta el último y sacó la cabeza del agua que por muchas ocasiones estuvo flotando en el agua. Por tercer año consecutivo los camisetas coloradas festejaron la permanencia en el fútbol profesional.
El 2016 amaneció con otros aires, Aguinaga estuvo decidido a cambiar la historia de los camisetas coloradas. Entregó a la dirigencia una lista de jugadores nacionales y extranjeros, pidió que la pretemporada se efectúe en la playa (Manta) y depositó toda la confianza en su cuerpo técnico. “En Manta no solo buscamos tener mejor trabajo físico-técnico-táctico, sino la unión del grupo, dialogámos por varias horas, contábamos chistes y nos enteramos de la vida de todos”, dijo Aguinaga.
Al inicio del torneo, Deportivo Cuenca tuvo tropiezos y las especulaciones volvieron a sonar en la familia morlaca. Recién en la quinta fecha, el Cuenca logró la victoria. Fue el despegue colorado, ya que hasta el pasado viernes ha logrado nueve triunfos, tres empates y una derrota ubicándose en la cuarta casilla a dos puntos del líder del torneo, Emelec.
“Escogimos a jugadores de acuerdo a lo que queríamos armar, que tengan mucha vocación ofensiva... Los jugadores no están aquí solo por su juego, sino también por la parte humana, son gente que le gusta trabajar, que se muestran en la cancha”, comentó
Aguinaga dice que al cominezo fue complicado hacer que el equipo sea un solo puño, ya que llegaron muchos jugadores nuevos, pero ahora todos están sintonizando la misma frecuencia. “Uno dispone y los jugadores aceptan, tienen pundonor, luchan, pelean, tratan de ser diferentes”.
A estas alturas y teniendo en cuenta que el torneo es muy largo, Aguinaga comenta que está impresionado de sus jugadores, pues todos han mostrado un alto nivel. Sin embargo dice que será muy difícil que todos estén al 100 por ciento todo el año, pero para eso trabaja un plantel, si algún jugador titular pierde fuerza, ahí está el relevo”, indica.
Para Aguinaga todo el plantel está pasando por un buen momento futbolístico. Hamilton Piedra fue muy criticado, ahora es ídolo; Ezequiel Filippetto y Juan Pablo Segovia dieron solvencia; Jacobo Kouffatty, chico de 22 años es la sorpresa; Andrés Oña, es un escudo, nunca baja el nivel; Luis Fernando Saritamana va con todo, se ve solido, corre los 90 minutos; Walter Chalá Chala empezó de suplente, se gano la titularidad con goles, ahora atraviesa un buen momento. Raúl Becerra es otro criticando, dicen que él debe ser el goleador, pero siempre colabora, lleva la marca, tira los centros.
También destaca la voluntad de los alternantes, pues cada vez que ingresan muestran todo y el equipo no desentona. “En los entrenamientos hay alta competencia, sin patadas; el escogitamiento de los 18 es difícil”, dice Aguinaga.
El “Guero” dice estar muy satisfecho por lo que está sucediendo con el Deportivo Cuenca, y en lo personal está muy a gusto con todo lo que le rodea, la gente es muy amable. Pero dice que también extraña a sus hijos y en estos días viajará a México para visitarlos por unos días, pues tendrá que regresar a las canchas para seguir imprimiendo su filosofía en el expreso austral que quiere seguir sorprendiendo y a final de año intentar “pellizcar” la final del Campeonato Ecuatoriano de Fútbol.
JM: "Por mis venas corre el Expreso Austral"
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